Conoce las “Criaturas de la noche” de Israel Centeno
- Ronald Gil @thedaniels88
- 18 abr 2018
- 2 Min. de lectura

¿Cómo no imaginar un mundo paralelo dentro de ese enorme monstruo verde que se cierne sobre la tan agitada ciudad de Caracas? ¿Cómo no creer que existe; entre esos eternos bosques, cascadas, árboles, animales, riachuelos, subidas, bajadas, riscos, simas, picos, calor y neblina; un mundo en el que conviven junto a los caraqueños criaturas temerarias que asechan a esta metrópolis venezolana desde el otro lado de la Cota Mil? ¿Quién puede afirmar que las cientos de historia sobre campistas y caminantes desaparecidos en extrañas circunstancias no se deben a estas criaturas de la noche?
Eso es lo que precisamente el cuentista y novelista venezolano Israel Centeno nos lleva a plantearnos en esta selección de cuentos que, sin duda alguna, nos hará ver a nuestros hermoso Ávila como algo más que una simple cordillera u especie de ola solidificada por el clamor de los indios a la diosa del mar hace siglos atrás (según sea la versión que más les guste). Con su narrativa gótica Centeno hará que si leemos sus cuentos desde cualquier punto de Caracas lancemos fugazmente más de unas cuentas miradas a la montaña que cobija el caos, los bares, las universidades, los parques, las calles y avenidas, los bulevares y toda esa fauna que hace vida en el valle caraqueño.
Mientras recorría sus líneas sentía una especie de voz que me decía, o mejor dicho, me hacía ansiar subir a lo más alto de la montaña, por allá al pico Naiguatá, para vivir en carne propia esas historias, para encontrarme cara a cara con esas “Criaturas de la noche” y decirles: “Ustedes me hacen sentir orgulloso de mi ciudad, son lo más bello que puede tener Caracas en sus entrañas, porque simplemente mantienen vivo lo que cornetas, retrasos del Metro, atracos, secuestros y políticos infames asesinan allá abajo, tras esa cortina que, como dice Centeno, no todos logran cruzar”.
Una narrativa que conserva el vilo de principio a fin, unos personajes que tratan de sobrevivir en esa “Caracas paralela” de la cual no pueden salir quizá por su belleza o por su maldad que atrae hasta a los seres más puros. Si próximamente subirás las faldas del Ávila, o si subiste recientemente, o simplemente quieres aventurarte con un grupo de amigos deberías leer este libro primero por si quieres conocer ese otro mundo, huir de él o no caer en sus garras y puntiagudos dientes.
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