Entrevista a Mario Morenza: “La literatura es la palabra”
- Ronald Gil @thedaniels88
- 24 feb 2017
- 4 Min. de lectura

Recientemente culminé un taller llamado “Introducción a la Escritura Creativa”, dictado por la Escuela de Escritores ubicada en Caracas, en donde además de aprender y refrescar un poco la mente con lecturas, escritura de cuentos y demás, tuve la oportunidad de conocer la profesor Mario Morenza, quien fue el encargado de transmitir sus conocimientos al grupo de talleristas (nutrido de diversos profesionales de diferentes áreas, por cierto).
Mario es magíster en Literatura Venezolana egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV), además de ello labora como docente en el Instituto de Investigaciones Literarias de la misma casa de estudios venezolana. Fue ganador del concurso de Cuentos de El Nacional en el año 2016.
Durante el año 2008 publicó los libros de narrativa “La senda de los diálogos perdidos” y “Pasillos de mi memoria ajena”, cuyos relatos han sido reconocidos con diversos galardones. Entre ellos, destaca la selección de su cuento “Vitrum” para integrar la “Antología de la Novísima Narrativa joven Hispanoamericana”.
Es por ello que no dudé en hacerle una entrevista para tener una perspectiva de cómo es actualmente la situación y la importancia de la literatura para la Venezuela actual, al mismo tiempo de conocer un poco más de este grandiosos personaje venezolano.
He leído un poco de tu biografía, pero me gustaría que tú mismo contaras algo más sobre ti: inquietudes, gustos literarios, cine…
Con este tipo preguntas suelo quedarme corto, porque sus respuestas aspiran a competir con el infinito. Inquietudes, muchas; gustos literarios, caramba. Te puedo dar un Top de este febrero 2017, al igual que el cine. Trataré de ser breve. Me gusta contar historias y me gusta que me cuenten buenas historias. Somos animales cuya costumbre más afianzada es la de contar. En mi caso he elegido la ficción para compartir realidades.
Gustos literarios, justamente ayer en mi taller de narrativa en la UCV conversábamos sobre Rubem Fonseca. Y sobre el autor que leeríamos para la próxima clase: Juan Villoro. Fue un gustazo saber que les había encantado a mis compañeros de los jueves de 4:00 a 7:00 este autor brasilero y tengo la certeza que les fascinará Juan Villoro. Esta es de las cosas más hermosas de este oficio: compartir pasiones.
Gustos cinematográficos. Mi favorita para el Oscar es Arrival. El relato en el que se basa la película me encantó y lo leí hace un tiempo: «La historia de tu vida». Asimismo, soy asiduo a las películas de Alex de la Iglesia (800 balas, El día de la Bestia), Brit Marling (Another Earth, I Origins, o la serie The OA) y los hermanos Coen. En 2016 vi las dos temporadas de Fargo, pienso que es una obra maestra, y lo mismo pudiera decir de Sense8 y Stranger Things.
¿Cómo fue tu primer contacto con la escritura?
Leyendo a Otrova Gomas… En el baño. Regularmente me llevaba periódicos deportivos o mis álbumes de barajitas, cualquier que estuviera coleccionando en 1994. Ese día, no sé por qué razón, una fuerza que nunca he sabido describir, me llevó a elegir El hombre más malo del mundo de Otrova Gomas. Estuve tres horas encerrando en el baño leyéndolo. Se me durmieron las piernas.
Eres docente en el Instituto de Investigaciones Literarias de la UCV. ¿podrías decir de qué se encarga este instituto?
No es un secreto que la situación actual en el país no da para muchas cosas. En el Instituto de Investigaciones Literarias, no obstante, con las uñas, hemos en 2016 publicado un libro en conjunto titulado Prueba de sonido. El discurso social de las narrativas musicales. Asimismo, trabajamos duro en una exposición iconográfica llamada Los fundadores, un tributo a aquellos hombres y mujeres que con esfuerzo durante tiempos para nada fáciles lograron fundar la Facultad de Humanidades y Educación.
¿Cuál es la importancia de la literatura para los jóvenes venezolanos de hoy en día y cómo podría mejorar la situación del país?
La literatura es la palabra. En nuestros tiempos, creo que la literatura no solo ayudaría a los jóvenes, sino al país. Entender la palabra. Volver a ella. Dejar a un lado el grito, la pisada seca de la bota militar, el alarido funesto y el «me escuchas a juro en cadena nacional de radio y televisión». La literatura, sin duda, nos abre un universo y una comprensión más amplia del mundo.
¿Cuál es tú opinión sobre el estado actual del mundo editorial en el país?
Complicado. Muy complicado.
Venezuela vs. Escritura Creativa, ¿Cómo es la situación de este género literario en el país? ¿Son historias escritas y leídas frecuentemente por los venezolanos?
La escritura creativa no es un género literario. En tal caso, toda escritura es creativa. Se fragua el ingenio. Incluso, una notificación de una junta comunal o una carta para algún trámite burocrático tiene su creatividad. Creo en tal caso que leemos mucho más escritura creativa de lo que pensamos. Hasta uno lo nota en las frases publicitarias de los vendedores de chucherías en el metro.
¿Qué otras corrientes literarias se están abordando ahorita en Venezuela?
En estos tiempos ha fluido mucho la escritura de crónicas y ensayos. Tal vez por una necesidad imperante de resolver nuestros enigmas como nación. Nuestros misterios más cercanos que nos acompañan en el día a día.
¿Qué se debe hacer para incentivar a los niños y jóvenes a leer o escribir cuentos y novelas?
¿Por qué la insistencia en los niños y jóvenes. Todos debemos leer. Lo de escribir ya sería una decisión de cada quien. Digo, escribir cuentos y novelas, lo que se denomina ahora escritura creativa, pues. Esa lectura constante nos ayudará a tener una representación más dilatada de la realidad. El lenguaje lo es todo. Nada existe antes de que sea nombrado.
¿Estás sumergido en algún nuevo proyecto?
Claro que sí, en mi Trabajo de Ascenso para profesor asistente, ya estoy por concluirlo. Y en algunos cuentos nuevos que se me han ocurrido, otros tantos los reviso de tarde en tarde. Siempre hay proyectos. Siempre hay algo ahí por hacer.
Un mensaje para la juventud escritora y literaria de Venezuela.
El mismo que le daría a la juventud ingeniera o científica, a la juventud médica o de cualquier otra rama del saber: trabajar duro por lo que se quiere, por lo que deseas. Haz tu plan de vida. Metas a largo y corto plazo. Y, mientras tanto, seguir luchando contra las sombras.
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